¿ARDERÍAN LAS IGLESIAS GÓTICAS NAVARRAS COMO ARDIÓ NÔTRE-DAME?
Algunas iglesias góticas -como la del Cerco de Artajona- tienen bóvedas formadas completamente por piedra, sin una sola viga
La parcial destrucción de Nôtre-Dame de París, imponente catedral gótica, es una pérdida notable para el patrimonio cultural. Pero nos da la oportunidad de valorar otras impresionantes iglesias góticas navarras, asombrosas también. El arte gótico español tiene la suerte de contar en Navarra con un importante patrimonio arquitectónico y escultórico de primera calidad.
El gótico navarro tiene sus buenos representantes en la Colegiata de Santa María de Roncesvalles (uno de los primeros edificios verdaderamente góticos de toda España); la iglesia de Santa María la Real de Olite (una de las más importantes obras del gótico del siglo XIV); la iglesia de Santa María de Ujué o la iglesia del Santo Sepulcro de Estella (iniciadas ambas como templos románicos); la Catedral de Pamplona, la Iglesia de San Saturnino de Pamplona y la menos conocida Iglesia-Fortaleza de San Saturnino del Cerco de Artajona.
En general pocas iglesias de grandes dimensiones están construidas enteramente en piedra, a pesar de que pueda parecerlo. Normalmente, como era el caso de Nôtre-Dame, sobre las bóvedas se erigen complicados entramados de vigas de madera que sujetan la cubierta, realizando una función estructural clave.
En caso de incendio, al arder estas vigas, puede colapsar la estructura de la cubierta sobre la bóveda, y además las altas temperaturas afectarían al mortero que une los sillares de piedra, provocando peligrosos desplazamientos de los mismos que pondrían en riesgo toda la estructura del edificio.
Sin embargo esto es muy difícil que ocurra en la imponente Iglesia Fortaleza del Cerco de Artajona, del siglo XIII; una de las joyas más peculiares y, sin embargo, más desconocidas del gótico navarro. Buen exponente de la arquitectura gótica francesa (construida de hecho a instancias de canónigos de Toulousse), se trata una iglesia-fortaleza que aúna elementos góticos como su inmenso rosetón, con elementos defensivos y una robusta fachada, que permitía su eficiente defensa.
La cubierta es el elemento más singular del edificio, con su tejado “Lomo de Dragón”, único en el mundo. Sus ingeniosos constructores, adelantándose a su época, diseñaron esta iglesia como una gran máquina recolectora de agua de lluvia, con un tejado “del revés”, diseñado para recoger cada gota de agua, y trasladarla hasta un enorme aljibe subterráneo, bajo el suelo de la iglesia, con una capacidad de 83.000 litros.
Dicho tejado -tremendamente pesado porque está formado por gruesas lajas de piedra arenisca-, no cuenta en su estructura con una sola viga de madera. Todo su peso apoya directamente sobre el trasdós de la bóveda, es decir, sobre la cara no visible de los arcos que forman las cúpulas. Se trata de un equilibrio perfecto de fuerzas que, si bien puede verse en iglesias góticas del Midi francés, en San Saturnino de Artajona tiene la exclusividad de su complejo diseño concebido para la recolección de agua de lluvia.
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