El atleta alicantino, estudiante de la Facultad de Deporte de la UCAM, hizo historia al ganar el primer oro para España en la prueba del heptalón en un Campeonato de Europa en pista cubierta
Sonriente y todavía aterrizando de la nube de sensaciones a la que se subió en Glasgow tras colgarse el oro europeo de heptalón en pista cubierta, Jorge Ureña llegaba a su universidad, la UCAM, para agradecer a José Luis Mendoza, presidente de la institución docente, su apoyo para compaginar la competición de alto nivel y los estudios que cursa del Grado en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte. Un apoyo que ahora se traduce en un gran éxito internacional sin que haya tenido que renunciar a sus aspiraciones académicas: “Gracias a la Universidad Católica tengo un margen para no dejar los entrenamientos. La vida en activo de un deportista es corta pero gracias a la UCAM voy poco a poco estudiando y cuando termine tendré un título universitario para afrontar el siguiente paso”.
De momento, y en pleno apogeo de sus capacidades físicas, Ureña centra ya su próximo gran objetivo deportivo que, como todo atleta, llegará con la gran competición del año al aire libre: “Hay que preparar el Mundial de Doha y una vez allí a disfrutar y a conseguir lo máximo posible”. Parar preparar esa cita, esta medalla le coloca ya en la rampa de salida de los candidatos a pelear en las primeras posiciones pero eso no supone más presión: “Esta medalla me da más motivación porque aunque no se pueda conseguir más que un oro lo que se busca es que haya más competencia y más presencia de atletas en estas pruebas de combinadas”.
Y más allá la gran cita olímpica en Japón: “Todo apunta para conseguir un buen resultado en Tokio aunque soy consciente de que las medallas serán muy difíciles y superar esa plata de Peñalver de Barcelona 92 está muy complicado pero iremos allí a darlo todo y a ver lo que sale”.
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