El Ballet Imperial Ruso, la prestigiosa compañía que fundara la que fuera Directora del Ballet Nacional de España, Maya Plisetkaya, es un hito en la oferta cultural de invierno en Andalucía, con un repertorio de éxitos basados en la calidad y belleza de sus espectáculos, que han conseguido en España un público fiel y es un atractivo para los miles de espectadores que gustan del ballet clásico.
El nombre del Ballet es un homenaje a la memoria de la familia imperial de Rusia, que hizo una gran contribución al desarrollo de la cultura rusa, incluida la creación de los teatros Bolshoi y Mariinsky, donde nació y creció la gloria del ballet ruso. El Ballet Imperial Ruso es heredero de la escuela rusa de ballet, cuyas tradiciones y continuidad se transmiten de generación en generación, no están sujetas al tiempo ni al espacio y se perciben como un verdadero imperio creativo.
El Ballet Imperial Ruso, fue creado en 1994 por iniciativa de Maya Plisetskaya y el actual Director Artístico es Gediminas Tarandá, quien, antes de crear la compañía, fue estrella del Teatro Bolshoi, estudió la carrera de coreógrafo bajo la dirección de Yury Grigorovich, siendo en la actualidad el más destacado director artístico de grandes eventos de Rusia, condecorado por sus méritos cómo Artista de Honor de Rusia (2005) y Orden de Diaguilev (2008).
La Compañía tiene su residencia en Moscú, aunque es bien conocida mundialmente gracias a sus giras nacionales e internacionales, en países como Australia, Nueva Zelanda, China, Japón, Finlandia, Brasil, Francia, España y muchos más.
El elenco del Ballet Imperial Ruso está compuesto por 45 bailarines del máximo nivel artístico, muchos de ellos han sido ganadores de prestigiosos concursos de ballet, como Lina Sheveliova, Narimán Bekzhanov, Anna Pashkova, Iván Zvyagintsev, Denis Simón, Vladimir Dorofeev, Maxim Marinin…
Representarán la obra El Lago de los Cisnes, de Piotr Chaikovsky, una de las obras de ballet más apreciadas por los espectadores españoles, demostrándolo cada año desde su estreno en España en 2005. Cisne Blanco y Cisne Negro son dos polos opuestos: uno es dulzura y fragilidad, el otro – poder y provocación. El engaño y el verdadero amor, el Bien y el Mal. La perfección de las coreografía hace que este ballet sea el más conocido, más solicitado y más interpretado durante más de 140 años.
Una oportunidad para todos los públicos que compagina perfectamente la música, la danza, la belleza del arte, la perfección de los movimientos y la emocionalidad de una historia donde el amor acaba triunfando.
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