ANDROLOGÍA: El varón centra los estudios y avances en reproducción asistida
El factor masculino se considera como la causa fundamental de infertilidad en aproximadamente un 30-40% de las parejas que acuden al especialista
ANDROLOGÍA: EL VARÓN CENTRA LOS ESTUDIOS Y AVANCES EN REPRODUCCIÓN ASISTIDA
Existe campo para avanzar en la investigación sobre los problemas de fertilidad del varón, sobre todo en lo que su origen genético se refiere. Así lo asegura César Lizán, Director Médico de Clínicas Eva, para quien las estadísticas de incidencia masculina de este problema, arriba mencionadas, se incrementarían si se tuviesen en cuenta en el porcentaje los problemas de afectación de los gametos, las células reproductivas del hombre.
Esta es una de las conclusiones a la que se ha llegado en la Jornada sobre “El varón en Reproducción Asistida” organizada por estos centros en Madrid y que ha contado en su apertura con la presencia una de las mayores eminencias de la embriología, el doctor Simon Fishel, uno de los padres del llamado primer bebé probeta.
Sobre la mesa, el aumento de la infertilidad en ambos sexos, pero en especial la pérdida histórica de calidad del material reproductivo del varón. Para César Lizán, la infertilidad masculina ya no es tabú, “el problema es cada vez más conocido y está más normalizado”. Los hombres acuden más a la consulta, lo que, según el experto, resulta fundamental para el éxito final de los tratamientos de fertilidad, que, al final, son cosa de dos.
En nuestra sociedad existe una disfunción entre la edad fértil y el proyecto reproductivo de las parejas, es decir, entre cuando deberían ser padres, biológicamente hablando, y la edad a la que deciden hacerlo. Entre los 20 y 30 se dan las condiciones físicas óptimas, mientras que hoy en día es a los 40 cuando padres y madres se deciden a dar el paso.
En este sentido, Lizán advierte qué, aunque el esperma masculino no pierda capacidad reproductiva con la edad, como ocurre con los óvulos femeninos, un diagnóstico tardío si retrasa los planes de la pareja, lo que puede afectar, a la larga, a la salud del futuro bebé. No se incluyen en esta reflexión a los llamados padres abuelos, a los que, recuerda el ginecólogo de EVA, algunos estudios relacionan con posibles enfermedades
(esquizofrenia y autismo) y alteraciones genéticas en la descendencia.
La criopreservación del semen es una solución para este problema, lo mismo que para evitar que el esperma pueda verse contaminado por los llamados disruptores endocrinos. Es el caso de profesionales que trabajan con tóxicos altamente contaminantes y cuya afectación sobre la fertilidad masculina está comprobada. El esperma se libra así del contacto con plástico, plomo y mercurio, vibraciones excesivas, temperaturas extremas, y a radiaciones.
Idéntico procedimiento se emplea en aquellos varones que van a someterse a quimio o radioterapia. Dejar una muestra de semen para criopreservar es un procedimiento sencillo, y los oncólogos, afirma el doctor Lizán, están cada vez más concienciados de ofrecer esta solución a sus pacientes, para que una vez superada la enfermedad, puedan ser padres.
Por otro lado, el hecho de padecer antecedentes familiares de infertilidad en la familia no debería suponer, tranquiliza el experto, un motivo de alarma. Ahora bien, en estos casos, sí es útil, importante y previsor consultar a un especialista para planificar la vida reproductiva, cuándo y cuántos hijos se desea tener.
Los problemas de infertilidad masculinos se deben en su mayoría, explican desde Clínicas EVA, a una disminución en la cantidad o en la movilidad de los espermatozoides. Esta circunstancia provoca una mengua de las posibilidades de concebir de forma espontánea, pero, finalmente, suelen solucionarse con ayuda de la reproducción asistida.
Otros casos que se tratan en clínica son los varicoceles, la dilatación de las venas que drenan la sangre de los testículos, y que se operan en algunos casos“Y, pueden suponer una mejora de los parámetros seminales de los hombres afectos.”
Menos conocida es la incidencia de la fibrosis quísticaen la fertilidad del varón. Este problema, explica Lizán,“cursa con una ausencia de los conductos deferentes que son los conductos que permiten la salida del esperma de los testículos. Al no existir estos conductos no hay espermatozoides en el eyaculado. Afortunadamente, una biopsia testicular permite encontrar suficiente cantidad de espermatozoides en estos varones.”
La infertilidad irreversible existe, pero en pequeña proporción y la padecen los varones portadores de determinados tipos de microdeleciones del cromosoma Y. No se encuentra en su semen, por lo
tanto, ningún espermatozoide, ni siquiera con una biopsia testicular.
La buena noticia, por último, es que con sólo uno, con un espermatozoide, la reproducción asistida puede hacer realidad la paternidad. De ello se ocupa la Fecundación In Vitro con ICSI y que consiste en la fecundación de un óvulo con un solo espermatozoide inyectándolo directamente. Después de su inseminación, los óvulos fecundados se convierten en embriones preparados para transferirse al útero materno.
Por último, desde EVA, César Lizán recuerda, una vez más, la incidencia del tabaco en la fertilidad, tal como vienen demostrando estudios científicos acreditados. Una realidad que parece contrastar con su todavía gran aceptación social.
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